LA MALDAD
Leo dos noticias distintas aunque igualmente escalofriantes. En la primera se solicitan penas de más de 30 años de prisión para unos hombres de nacionalidad boliviana que violaron a una mujer, también boliviana, a la que habían conocido en una discoteca de un "polígono industrial", por turnos, cuando la tenían semi-inconsciente tras un fuerte golpe. No contentos con ello, dos de ellos la llevaron de vuelta en su coche y en mitad de una carretera la sacaron fuera del mismo y le rompieron el craneo con una llave inglesa para luego abandonarla.
La segunda es la típica gamberrada de adolescentes (anglosajones). Se produjo en Australia, donde un joven dejó knocked out a un canguro a base de puñetazos y patadas mientras otro descerebrado lo grababa en video, partido de la risa.
Lo primero podría argumentarse demagógicamente que es el resultado de la inmigración, de que las personas fuera de su patria parecen ser menos personas. Lo segundo es la falta de bondad, de respeto a la naturaleza como ente vivo y sus animales. El maltrato a la inocencia.
Ambas historias son perífrasis de la maldad. Mejor dicho, de la Maldad (con mayúsculas) y me aprietan, me estrujan el corazón. Mi lado psicopático está ahí, escondido, y brega por salir en ocasiones como éstas. Uno piensa, "si los pillo haciendo eso al pobre animal!!" o "Si le hacen eso a mi hija!!"... Es una prueba más de que la Maldad está en todos nosotros, en mí mismo.
El ser humano no deja de ser un ente imperfecto, egoísta, irracional y malvado...
La segunda es la típica gamberrada de adolescentes (anglosajones). Se produjo en Australia, donde un joven dejó knocked out a un canguro a base de puñetazos y patadas mientras otro descerebrado lo grababa en video, partido de la risa.
Lo primero podría argumentarse demagógicamente que es el resultado de la inmigración, de que las personas fuera de su patria parecen ser menos personas. Lo segundo es la falta de bondad, de respeto a la naturaleza como ente vivo y sus animales. El maltrato a la inocencia.
Ambas historias son perífrasis de la maldad. Mejor dicho, de la Maldad (con mayúsculas) y me aprietan, me estrujan el corazón. Mi lado psicopático está ahí, escondido, y brega por salir en ocasiones como éstas. Uno piensa, "si los pillo haciendo eso al pobre animal!!" o "Si le hacen eso a mi hija!!"... Es una prueba más de que la Maldad está en todos nosotros, en mí mismo.
El ser humano no deja de ser un ente imperfecto, egoísta, irracional y malvado...
Comentarios
que lástima la pobre señora, ojala se mueran en la carcel los psicopatas estos
y el pobre canguro, al ver las imagenes se me ha encogido el corazon... le hacen eso a mi perro y no respondo...
que poco respeto por los animales y por la raza humana, es muy triste, pero muy muy triste