DE FUNERALIS
ELPLURAL.COM
La Unión de Ateos y Librepensadores (UAL) se ha puesto en contacto con el rey y el presidente para protestar por su participación en los funerales que consideran “mal llamados de Estado”. El asunto ha vuelto a estar en la picota tras el accidente ocurrido en Barajas el pasado mes, pues la decisión de oficiar un funeral católico a las víctimas levantó el disgusto del sector crítico con la religión. La asociación ha remitido a nuestra redacción las misivas que envió a los jefes de Estado y de Gobierno apelando a la libertad de conciencia, a la Declaración de los Derechos Humanos de 1948, y a la misma Constitución, que especifica en el artículo 16 que “ninguna confesión tendrá carácter estatal”.
“Estos funerales de Estado siempre se celebran en el exclusivo marco del rito religioso católico, como si España fuera católica, cuando nuestra Constitución de 1978 especifica en el punto tres del artículo 16 que niguna confesión tendrá carácter estatal”, acusa la UAL. “Tampoco puede alegarse que los fallecidos eran católicos, ya que además de las noticias en sentido contrario, debe tenerse en cuenta la prescripción constitucional Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias”, prosiguen.
“Afortunadamente, nuestro país es plural y existen numerosas opciones religiosas, inscritas en el registro creado para tal efecto en el Ministerio de Jusicticia”, destacan. “Muchos ciudadanos somos ardientes defensores de la libertad de conciencia, de creencia, y de religión” dicen, haciendo alusión a la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1984, cuyo artículo 18 reconoce estas facultades, incluyendo la potestad de manifestar estas creencias.
“Este derecho a la libertad individual para elegir una opción de conciencia lleva parejo la neutralidad del estado, puesto que el intervencionismo atenta directamente contra esa libertad y desequlibra el derecho a la igualdad”, remachan.
Finalmente, los ateos y librepensadores hacen un llamamiento a los jefes de Estado y de Gobierno, D. Juan Carlos de Borbón y José Luis Rodríguez Zapatero, mostrando su disgusto por su participación en estos ritos, celebrados exclusivamente en el marco del catolicismo. La UAL apela a ambos, pues según opinan, “deberían abstenerse de participar en actos de este tipo”.
Dirigiéndose al rey y al presidente, los laicos remaracan que “en ningún caso queremos ni debemos interferir en sus creencias religiosas, que respetamos, estando dispuestos a defender su derecho a profesarlas (…). Pero si desean ser representantes de todos, como Jefe del Estado y Jefe del Gobierno, en actos de despedida y conduelo, o de otro tipo, deberán posicionarse claramente para que estos sean aconfesionales, donde todos nos sintamos identificados y no discriminados y exlcluidos, como hasta la fecha ha sucedido”, concluyen.
“Afortunadamente, nuestro país es plural y existen numerosas opciones religiosas, inscritas en el registro creado para tal efecto en el Ministerio de Jusicticia”, destacan. “Muchos ciudadanos somos ardientes defensores de la libertad de conciencia, de creencia, y de religión” dicen, haciendo alusión a la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1984, cuyo artículo 18 reconoce estas facultades, incluyendo la potestad de manifestar estas creencias.
“Este derecho a la libertad individual para elegir una opción de conciencia lleva parejo la neutralidad del estado, puesto que el intervencionismo atenta directamente contra esa libertad y desequlibra el derecho a la igualdad”, remachan.
Finalmente, los ateos y librepensadores hacen un llamamiento a los jefes de Estado y de Gobierno, D. Juan Carlos de Borbón y José Luis Rodríguez Zapatero, mostrando su disgusto por su participación en estos ritos, celebrados exclusivamente en el marco del catolicismo. La UAL apela a ambos, pues según opinan, “deberían abstenerse de participar en actos de este tipo”.
Dirigiéndose al rey y al presidente, los laicos remaracan que “en ningún caso queremos ni debemos interferir en sus creencias religiosas, que respetamos, estando dispuestos a defender su derecho a profesarlas (…). Pero si desean ser representantes de todos, como Jefe del Estado y Jefe del Gobierno, en actos de despedida y conduelo, o de otro tipo, deberán posicionarse claramente para que estos sean aconfesionales, donde todos nos sintamos identificados y no discriminados y exlcluidos, como hasta la fecha ha sucedido”, concluyen.
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