PROFESIONES DEL DEMONIO (La Voz 26-02-2010)



Profesiones del demonio

26.02.10 - 00:41 -


O del mismísimo Lucifer. Me refiero a las profesiones malditas, las que cuando uno pronuncia huelen a hiel o saben a formaldehído. Si se habla de ellas en reuniones de tasca, en la sala de espera de los hospitales, en la cola del cine o en el portal de nuestra casa surge un sentir generalizado. Todas tienen su sambenito, su maldición, su leyenda.



Ya lo dicen los peluqueros, que siempre son gays, venden ampollas de crecepelo infalibles y rasuran con mucho estilo: Los médicos se creen dioses en la tierra, son corporativistas y deciden sobre la vida y la no vida sin darle importancia. Todos son 'House' o quisieran serlo y se hacen de oro derivando pacientes a sus clínicas privadas. Los futbolistas son divos, peseteros, mercenarios, vagos, mujeriegos y trasnochadores. Menos Raúl González, claro está. Los toreros son locos de puerta gayola o cobardes de verónica alejada, marcan tendencias en el corte inglés, salen con bellas modelos y zezean. Incluso dirigen prostíbulos. Los promotores inmobiliarios nunca arreglan los vicios constructivos y si la cosa pinta mal, huyen a Brasil acompañados de una mulata. O la buscan al llegar. Los contertulios del corazón se dividen en dos grupos: Karmele y el resto. Son chillones, maleducados y usan el móvil en antena. Pocos son periodistas. Y qué decir de los letrados. Corruptos, mentirosos, interesados y ventajistas. Como dijo Shakespeare: para tener un mundo feliz, lo primero, matemos a todos los abogados.



Otra profesión del demonio, favorita de las peñas quinielísticas, la que toda ama de casa destripa sin necesidad ni conocimiento, la que da de comer -y no necesariamente por enchufismo, que también- a miles de familias, es la de político. La del representante de la soberanía popular. O sea. Concejal en Cuenca, tío en Granada. Ministro sin cartera, receptador de trajes caros, dilapidador de subvenciones, esquilmador de dietas y viáticos. Zoon Politikón. Primer teniente alcalde delegado de urbanismo. Draconiano peligroso. Chaquetero, opositor y tránsfuga.



Todas ellas y muchas más son profesiones malditas en el boca a boca callejero, pero no juzguemos a justos por pecadores. Todo esto viene por Samuel Martín, el cura de Noez y Sotanés (Toledo). Este santo varón de 27 años y 15 centímetros robó más de 17.000 euros a sus feligreses para poder usar líneas eróticas y web pornográficas. Además, su sotana se prostituía desde cincuenta euros. No debemos permitir que esta oveja negra sea usada como ejemplo, que con él se ataque a otros religiosos que dan su vida por los necesitados en la llevanza de su fe, aunque cada vez cueste más por las noticias que, como esta, salen a la luz. Por mí, Martín puede irse al infierno, pero seamos justos.



http://www.lavozdigital.es/cadiz/v/20100226/opinion/profesiones-demonio-20100226.html

Comentarios

WOOD ha dicho que…
No se, creo que todo trabajo de entrada es demoníaco salvo cuando se refiere a actividades artísticas de diversas facetas. Abrazo, so demonio.
Baraka ha dicho que…
Creo que no todos los funcionarios de la Admon de Justicia piensan como tú. Conozco a uno que está todo el día sentado en un taburete mirando una navaja para que no se la lleven. jejeje
india ha dicho que…
No me lo puedo creer...¿has tenido al mismísimo Rouco sentado en tu despacho?¿te ha contratado como abogado de la defensa?ayayayay...que ya sabes que tu minuta se va al cepillo!;D
WOOD ha dicho que…
Hay tipos que están muy mal en la Administración. Pero hay abogados que se las traen, entran a los bares de los narcos a que les inviten a cubatas porque no les han pagado los honorarios. Esto es un mundo de locos. Donde iremos a parar?

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