PRIMERAS IMPRESIONES DE "LA PISTA DE HIELO", DE BOLAÑO
Empecé ayer La pista de hielo. Me gusta como me gusta igualmente el difunto Bolaño (2003). Es la desvergüenza con arte y estilo. Con métrica. El chileno sabe narrar sin prisa, con una cadencia pausara que confiere elegancia a su historia, aunque sea escatológica (de heces, no de tumbas). Este libro suyo es de esos que me hacen recomendarlo antes incluso de acabarlo. No me hacen falta más de 39 páginas.
Para muestra, un botón: "Arriba, sobre las ramas de los árboles, entre la tembladera de hojas, las ratas del camping realizaban sus ejercicios nocturnos".
Comentarios