UN SÁBADO ETERNO

Desde hace tiempo me despierto los fines de semana antes que los días laborables. Empezó quizás con la preparación de algún juicio y luego ha continuado por intentar aprovechar para hacer cosas para uno mismo. Leer, escribir algo, cotillear en internet. Luego, se levantan los niños y vuelves a ser su esclavo. Más o menos. Hoy tenía excusa para levantarme pronto. A las 7.30 los ojos se abrieron como si estuvieran programados para ello. Hace poco leí que la
gente se levantaba y cogía el Ipad para ver el Twitter en la cama. Algo así hice.

Luego me levanté. Hoy tengo que presentar en San Fernando a Juan G. Mesa, el autor de "Gente Muerta", una novela que quizás cambie el panorama de la literatura de fantasmas (me niego a hablar de subgéneros). Juan y yo nos conocemos desde hace veinte años y, sin ser amigos íntimos, siempre nos hemos respetado. Respeto profundamente a la gente que lucha por su sueño hasta el final y Juan es uno de esos que, como yo, vive lo que es algo más que una afición, la literatura. 

Estoy también algo nervioso. "Bulerías Nazis" está ahí ya. Los borradores de portadas están volando por la red y la editorial está trabajando a destajo con los pequeños detalles de última hora. Nuestro objetivo es presentarlo el 3 de abril en la Asociación de la Prensa de Cádiz. Espero que nos dé tiempo. Aparte, nos ha invitado el Salón Manga de Jerez a hacer una firma del libro allí, con lo que esta oportunidad supone. 

Cuesta trabajo compatibilizar esta euforia, este nerviosismo, pese a estar acostumbrado a los plazos (que vencen). Está claro que los literarios son más estresantes que los judiciales. Quién lo hubiera pensado. Pronto habrá noticias buenas. Pero pronto... pronto. Y luego ya sólo quedará que el libro guste y que yo disfrute esta maravillosa experiencia. Con vosotros.