ALMUERZO EN CASA

Los niños -concretamente, Rodrigo- ríen con alborozo al albur del aleteo de los dos pájaros agapornis -concretamente, Piticli- que absorben la atención de la familia con su crepitar y su conocerse recién conocidos. Fuera, la ventana muestra una luminíca grisedad que ilumina en verde los helechos de la mesita. Los pajaritos cantan su misal, la agaporni sargentona y el agaporni vivaracho yv vividor. Mañana cambiará el día del calendario y no estaremos, pero siempre permaneceremos en el aire, en el aura, en la distancia. El chirriar de los cantos aéreos. Y la risa de Rodrigo, concretamente.

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