POPEYE, CUENTA ATRÁS...
Sólo el más audaz y fortachón de los marinos podía llegar a estar algún día al margen de la ley. Y ése no es otro que Popeye, el personaje creado en 1929 por el dibujante estadounidense Elzie Segar. Desde el 1 de enero de 2009 los derechos de autor de «Popeye, el Marino» estarán libres en Europa y su personaje podrá campar a sus anchas por la industria del entretenimiento.
La cuestión, como no podía ser de otro modo, tiene intrincados recovecos legales, ya que mientras en la Unión Europea los derechos de propiedad intelectual expiran 70 años después de la muerte del autor, en Estados Unidos lo hacen una vez transcurridos 95 años desde el primer copyright. Tal es así que, si bien el personaje de Popeye estará protegido en tierras norteamericanas hasta 2024, a partir del jueves cualquier europeo y/o inglés que se precie podrá sacar partido económico del devorador de espinacas.
Un partido que ni mucho menos es moco de pavo, pues un cálculo rápido y aproximado estima en 2.200 millones de euros las ganancias generadas por el personaje de Popeye en un sólo año. Videojuegos, libros, juguetes, cadenas de comida rápida, camisetas y, como no podía ser de otro modo, latas de espinacas, son sólo algunos de los elementos que constituyen la poderosa industria de la que Popeye, Olivia y Brutus son protagonistas.
Una curiosa circunstancia legal que tiene su origen en el prematuro fallecimiento del creador de Popeye. Elzie Segar murió en 1938 (hace justo 70 años) a los 43 años, dejando huérfano al personaje al que dio vida en 1929. Si bien los comienzos del marino fueron bastante tímidos y sus apariciones en viñetas de cómic meramente testimoniales, desde que en 1933 Popeye debutara en la gran pantalla se convirtió en toda una estrella de los dibujos, llegando a disputar el trono de rey animado al propio Mickey Mouse.
Noticia: ABC
La cuestión, como no podía ser de otro modo, tiene intrincados recovecos legales, ya que mientras en la Unión Europea los derechos de propiedad intelectual expiran 70 años después de la muerte del autor, en Estados Unidos lo hacen una vez transcurridos 95 años desde el primer copyright. Tal es así que, si bien el personaje de Popeye estará protegido en tierras norteamericanas hasta 2024, a partir del jueves cualquier europeo y/o inglés que se precie podrá sacar partido económico del devorador de espinacas.
Un partido que ni mucho menos es moco de pavo, pues un cálculo rápido y aproximado estima en 2.200 millones de euros las ganancias generadas por el personaje de Popeye en un sólo año. Videojuegos, libros, juguetes, cadenas de comida rápida, camisetas y, como no podía ser de otro modo, latas de espinacas, son sólo algunos de los elementos que constituyen la poderosa industria de la que Popeye, Olivia y Brutus son protagonistas.
Una curiosa circunstancia legal que tiene su origen en el prematuro fallecimiento del creador de Popeye. Elzie Segar murió en 1938 (hace justo 70 años) a los 43 años, dejando huérfano al personaje al que dio vida en 1929. Si bien los comienzos del marino fueron bastante tímidos y sus apariciones en viñetas de cómic meramente testimoniales, desde que en 1933 Popeye debutara en la gran pantalla se convirtió en toda una estrella de los dibujos, llegando a disputar el trono de rey animado al propio Mickey Mouse.
Noticia: ABC
Comentarios
¿Soy yo el único que considera a Popeye un personaje bastante detestable, o sólo era la mala calidad de sus dibujos animados?
Parece que ahora me voy a tener que acostumbrar, porque al ser gratis lo vamos a tener hasta en la sopa.