PENSAMIENTOS
Vivimos pendientes de nosotros mismos y nuestras pequeñas manías. A veces, incluso, nos torturamos intentando entender las grandes. Los días pasan a una velocidad superior a la formal de 24 horas/jornada y apenas somos conscientes en muchas ocasiones que viramos el cabo de Hornos vital a más nudos que los de la garganta. Lo sé. Me gustaría estar algo más ocioso aunque después, en los breves momentos de asueto, trepo paredes y me sumerjo en el ennui. Es una jaula laberíntica y mental, esa de la autoexigencia y la superación. Sigamos pensando un poco más.