APARTA DE MÍ ESTE CÁDIZ
APARTA DE MÍ ESTE CÁDIZ El alcalde de Cádiz, don José María González, se ha desvelado para los que no lo conocíamos de antes como un auténtico foco de noticias. Un halo de pantomimo surgió en él cuando Teresa Rodríguez le dio la "alternativa" en un mitin, en el que cantaron la murga del currelante. De ahí al día de hoy, Cádiz se ha convertido en NY, el lugar sin torres gemelas en donde los sueños se hacen realidad. Una sucesión e hechos simbólicos ha puesto a José María en unos apuros continuos desde el día en que trató con lap unta del pie a los socialistas, aquellos que podían darle - o no- la alcaldía, pasando por desahucio, banderas, cuadros, cónsules honorarios, recibimientos no protocolarios, asesores extravagantes, medallas nazarenas, arrugas marineras y, por último, lo del traje de chaqueta, bonito como los de Camps. Todo ello aparte de la conciliación familiar, la retirada del crucifijo al jurar o prometer su cargo y, en fin, un no parar y los 40 ladrones.