EL ENMERDECEDOR (LA VOZ DE CÁDIZ - 14-08-13)
Desde 2008 tengo empadronado entre los habitantes de mi biblioteca un volumen que debe pesar unos dos kilos; o sea, que es bueno. Lo escribió Pancracio Celdrán Gomariz y lo tituló ‘El gran libro de los insultos’ (Tesoro crítico, etimológico e histórico de los insultos españoles). El libro tiene calidad hasta en su prefacio, en el que Forges se dio el gusto de inventar nuevos improperios «para incrementar el acervo insultar colectivo». Destacan voces como ‘consejero delegado’, ‘tertuliano’, ‘concejal de urbanismo’, ‘sombrerero de la Reina de Inglaterra’ o ‘cineasta hispano’ y otras, más intrépidas, como ‘cabronoide’, ‘vicerrector’ o ‘enmerdecedor’ que, sin lugar a dudas, es mi favorita (seguida de cerca por el sombrerero, que tiene un halo ‘Aliciesco’ que me devuelve a la infancia de la que en realidad nunca partí). Habría de hacerse un análisis etimológico de la citada invectiva, algo así como: ‘Enmerdecedor’ (Del lat. ‘merda’). 1. Interj. vulg. Dícese de aquél que mancha de heces cu