STRANGE DAYS
Ha sido un empeoramiento progresivo de salud. Primero cogí frío, luego empecé a tener mal cuerpo en el tanatorio, acompañando a un amigo que había perdido a su padre. La tos fue seguida por el malestar y al final, los ojos se cerraban, la flema apareció (y no precisamente la brittish) y decidí acudir al Augmentine, my only friend, ante la falta de mejoría con el tratamiento del frenadol y el flutox. No soy médico. Ni abogado. Sólo soy un antiguo y humilde jugador de baloncesto que se arrastra por las pistas como puede, robando canastas de vez en cuando.