HOTEL "FAIR PLAY" GOLF & SPA DE BENALUP CASAS-VIEJAS
Lo prometido es deuda. Tenía que contaros mis experiencias en el hotel Fair Play de Benalup, donde tenía pensado pasar 5 días en "modo relax total". Es un 5 estrellas construido en terreno rústico no urbanizable o por lo menos, eso parece, por la situación donde está construido. La verdad es que impresiona tanta edificación y tanto lujo en el culo del mundo, con perdón para los habitantes del pueblo. Se entra en el pueblo y bajando unas cuestas de bastante pendiente acabas llegando a la parte alta, donde está sito el hotel. Un gran garaje decorado con obras pop-art-gay de un pintor ruso de dudosa calidad y menor gusto fue lo primero que encontramos.
Nos atendieron en la recepción unas amables señoritas que nos ofrecieron algo de beber y nos explicaron el funcionamiento de todo. El hotel es uno de los pocos "todo incluido" que hay en la provincia o quizás en Andalucía. Es decir, habitación, desayuno, comida, cena, copas, alcohol, spa y todo lo que desees sin pagar nada más que los servicios no incluidos (masajes y determinadas cosas del spa, las clases o alquiler de campo de golf, las pistas de tenis, etc). Tiene dos restaurantes para el día, 3 para la cena, un par de bares abiertos todo el día, salón de bridge, teatro, anfiteatro, sala de lectura e internet, sala de billar, jazz-bar con actuaciones y demás habitaciones dedicadas al esparcimiento.
Pero pronto empezaron los problemas: nos dieron una habitación en junior suite aunque habíamos pedido una doble (mas barata, claro está). Dijeron que no nos podían dar la doble porque llevabamos un bebé y "no cabía la cuna". Ante la pregunta de cuánto medía la habitación doble, me respondieron que "32 metros cuadrados". En fin, uno va a relajarse y pelear lo menos posible, así que acepté pagar un poco más y recibir mas comodidades aunque me quedara con la sensación de que me tomaban por tonto.Tras inspeccionar el lugar, llegamos a las 12, fuimos a la piscina con la niña y descubrimos los primeros inconvenientes. El hotel no está adaptado para minusválidos, y por ende, tampoco para carritos de bebé. Tuve que subir y bajar escalones en innumerables ocasiones, muchas de ellas con la niña encima cual fardo borriquero. Bueno, vale, qué más da. Así hago ejercicio. La piscina estaba bien. Se dividía en tres espacios, uno para bebés, otro con mas profundidad para niños y la grande para adultos. Arriba de las piscinas había un restaurante "barbacoa" y un bar. Desgraciadamente, sólo había un camarero en el citado bar, que también atendía a los usuarios de la piscina... y que se suponía era TAMBIÉN el socorrista. Es decir, si me da un tirón en un gemelo cuando estoy bañándome con la niña y el camarero-socorrista está sirviendo un cubata al franchute del fondo de la piscina: me quedo sin niña y quizás sin vida (y el franchute sin cubata, posiblemente).
Uno de los aspectos determinantes de irse unos días al hotel era que, al tener guardería -según su pagina web- podíamos "desconectar" de la niña. Desgraciadamente, aunque ponía eso la web, la realidad era otra. "No tenemos guardería, pero sí podemos buscarles una chica (del pueblo) que les haga de canguro por el módico precio de 20 €... LA HORA!!). Es decir, "nos comimos" a la niña, y eso hay que unirlo con que en uno de los 3 restaurantes para cenar, el cocinero (alemán) se negó a hacerle una tortilla francesa, "porque no podía perder el tiempo en eso con todo el trabajo que tenía".
Hubiera querido pedir ayuda por teléfono móvil a los bomberos, pero no había demasiada cobertura. Intenté usar el wifi de la habitación para mandar un mail a la policía, pero no funcionó en ninguno de los 5 días que estuvimos allí. El salón colonial, donde había un ordenador con conexión telefónica, estaba siempre atestado de niños rubios-blanquecinos que hablaban dialectos olvidades y niñas que enviaban fotos suyas en bikini a sus amigas de Frankfurt. La señal de TV tampoco era demasiado fuerte, no había TDT y tampoco canal plus, o digital, o tv de pago. Nada, ni una mísera peli que echarse al buche.
Esto no fue lo peor. Había una habitación llamada "Servicio Médico". Tras comer, dormir la siesta y levantarme, observé que tenía urticaria en el pecho y el cuello, y que el pelo me picaba como si tuviera chinches. ¿Reacción alérgica? Qué raro, yo no soy alérgico a nada. "Quizás sea el detergente con el que limpiamos las sábanas". Ni idea. Pero algo me afectaba, así que llamé a recepción. "No, no tenemos médico, pero podemos ponerle un transfer y llevarlo al ambulatorio de Benalup". Al cabo de una hora, y ante los picores, pedí que me llevaran. Desgraciadamente, los botones estaban en su hora de la comida y me endosaron a un chaval sin mucho tino que estaba en su primer día de trabajo en el hotel. Tras esperar 45 minutos en el garaje a que localizar la furgo del hotel, resultó que no paraba de calarse, pese a lo cual el chaval -que tenía en su móvil un fondo de pantalla con el muñequito del messenger con la bandera del arcoiris- dijo que no había problema y partimos al ambulatorio. A los 100 metros, en la primera cuesta que había que subir, el coche se iba calando, el motor echó humo negro, se sobrecalentó y se quedó en punto muerto en plena cuesta. A todo esto el chaval no sabía donde estaba el freno de mano. Se había roto el embrague. Al cabo de un cuarto de hora vino otro botones del hotel -en un Mercedes de lujo- a recogernos y me llevó al médico.
Llegado allí, y tras exponerle todo al médico de urgencias, éste me dijo las siguientes cosas: "¿Qué hace un muchacho de San Fernando aquí?" Vengo al hotel de vacaciones.
"A qué te dedicas?" Soy abogado.
"En San Fernando te vio en una ocasion un negro?" ¿¿??
"es que aqui pone que te vio un médico con un nombre raro". Era una mujer, brasileña creo.
"Te van a poner un urbazon, te dolerá". (...)
"Puedo hacerte una consulta como correspondencia profesional?" Claro (...)
"Si compré una casa de soltero a medias con la que luego fue mi mujer y ahora nos separamos, qué pasa con la casa?" AYYYYYYYYYYYYYYYYY!!!!!!!!
A los dos días, las ronchas continuaban y otra vez estaba mal, asi que volví a pedir que me llevaran. Tomaron un coche nuevo y esta vez el botones era ya veterano. Fuimos al ambulatorio, nuevo pinchazo, y... la furgoneta no arrancaba. Matrícula CA-BN. Doce o trece años. Se había ido la batería, pese a que era nueva (desde hacía 3 meses). El botones del arcoiris vino en el coche particular de una recepcionista a recogernos. Nadie me dijo "disculpe" sino que prefirieron pasar por encima de tan desagradable casualidad.
A todo esto, tuve que cancelar un masaje que había concertado en el Spa, por las ronchas. Dado que me llamaron por teléfono para decirme que me iban a cobrar el 100 % del masaje por no haber cancelado con suficiente antelación, tuve que plantarme en la recepción del Spa, preguntar por la responsable y sin mayor argumento, quitarme la camiseta para que observaran cómo las ronchas luchaban por saltar fuera de mi cuerpo. Naturalmente, no se me pasó cargo alguno.
No todo fue malo. Los restaurantes francés y asiático eran geniales, el de la piscina también estaba bien y el desayuno buffet era decente. El hotel era lujoso y el personal encantador y siempre atento. Pedí la cuenta, pagué y a continuación solicité el libro de reclamaciones. Dejé 4 folios anexados "para que se solucionen los errores" y me dijeron que lo sentían mucho y que otra vez fuera a un fin de semana romántico sólo con mi esposa.
Sonreí con educación. Pero juro por lo más sagrado que jamás volveré.
Nos atendieron en la recepción unas amables señoritas que nos ofrecieron algo de beber y nos explicaron el funcionamiento de todo. El hotel es uno de los pocos "todo incluido" que hay en la provincia o quizás en Andalucía. Es decir, habitación, desayuno, comida, cena, copas, alcohol, spa y todo lo que desees sin pagar nada más que los servicios no incluidos (masajes y determinadas cosas del spa, las clases o alquiler de campo de golf, las pistas de tenis, etc). Tiene dos restaurantes para el día, 3 para la cena, un par de bares abiertos todo el día, salón de bridge, teatro, anfiteatro, sala de lectura e internet, sala de billar, jazz-bar con actuaciones y demás habitaciones dedicadas al esparcimiento.
Pero pronto empezaron los problemas: nos dieron una habitación en junior suite aunque habíamos pedido una doble (mas barata, claro está). Dijeron que no nos podían dar la doble porque llevabamos un bebé y "no cabía la cuna". Ante la pregunta de cuánto medía la habitación doble, me respondieron que "32 metros cuadrados". En fin, uno va a relajarse y pelear lo menos posible, así que acepté pagar un poco más y recibir mas comodidades aunque me quedara con la sensación de que me tomaban por tonto.Tras inspeccionar el lugar, llegamos a las 12, fuimos a la piscina con la niña y descubrimos los primeros inconvenientes. El hotel no está adaptado para minusválidos, y por ende, tampoco para carritos de bebé. Tuve que subir y bajar escalones en innumerables ocasiones, muchas de ellas con la niña encima cual fardo borriquero. Bueno, vale, qué más da. Así hago ejercicio. La piscina estaba bien. Se dividía en tres espacios, uno para bebés, otro con mas profundidad para niños y la grande para adultos. Arriba de las piscinas había un restaurante "barbacoa" y un bar. Desgraciadamente, sólo había un camarero en el citado bar, que también atendía a los usuarios de la piscina... y que se suponía era TAMBIÉN el socorrista. Es decir, si me da un tirón en un gemelo cuando estoy bañándome con la niña y el camarero-socorrista está sirviendo un cubata al franchute del fondo de la piscina: me quedo sin niña y quizás sin vida (y el franchute sin cubata, posiblemente).
Uno de los aspectos determinantes de irse unos días al hotel era que, al tener guardería -según su pagina web- podíamos "desconectar" de la niña. Desgraciadamente, aunque ponía eso la web, la realidad era otra. "No tenemos guardería, pero sí podemos buscarles una chica (del pueblo) que les haga de canguro por el módico precio de 20 €... LA HORA!!). Es decir, "nos comimos" a la niña, y eso hay que unirlo con que en uno de los 3 restaurantes para cenar, el cocinero (alemán) se negó a hacerle una tortilla francesa, "porque no podía perder el tiempo en eso con todo el trabajo que tenía".
Hubiera querido pedir ayuda por teléfono móvil a los bomberos, pero no había demasiada cobertura. Intenté usar el wifi de la habitación para mandar un mail a la policía, pero no funcionó en ninguno de los 5 días que estuvimos allí. El salón colonial, donde había un ordenador con conexión telefónica, estaba siempre atestado de niños rubios-blanquecinos que hablaban dialectos olvidades y niñas que enviaban fotos suyas en bikini a sus amigas de Frankfurt. La señal de TV tampoco era demasiado fuerte, no había TDT y tampoco canal plus, o digital, o tv de pago. Nada, ni una mísera peli que echarse al buche.
Esto no fue lo peor. Había una habitación llamada "Servicio Médico". Tras comer, dormir la siesta y levantarme, observé que tenía urticaria en el pecho y el cuello, y que el pelo me picaba como si tuviera chinches. ¿Reacción alérgica? Qué raro, yo no soy alérgico a nada. "Quizás sea el detergente con el que limpiamos las sábanas". Ni idea. Pero algo me afectaba, así que llamé a recepción. "No, no tenemos médico, pero podemos ponerle un transfer y llevarlo al ambulatorio de Benalup". Al cabo de una hora, y ante los picores, pedí que me llevaran. Desgraciadamente, los botones estaban en su hora de la comida y me endosaron a un chaval sin mucho tino que estaba en su primer día de trabajo en el hotel. Tras esperar 45 minutos en el garaje a que localizar la furgo del hotel, resultó que no paraba de calarse, pese a lo cual el chaval -que tenía en su móvil un fondo de pantalla con el muñequito del messenger con la bandera del arcoiris- dijo que no había problema y partimos al ambulatorio. A los 100 metros, en la primera cuesta que había que subir, el coche se iba calando, el motor echó humo negro, se sobrecalentó y se quedó en punto muerto en plena cuesta. A todo esto el chaval no sabía donde estaba el freno de mano. Se había roto el embrague. Al cabo de un cuarto de hora vino otro botones del hotel -en un Mercedes de lujo- a recogernos y me llevó al médico.
Llegado allí, y tras exponerle todo al médico de urgencias, éste me dijo las siguientes cosas: "¿Qué hace un muchacho de San Fernando aquí?" Vengo al hotel de vacaciones.
"A qué te dedicas?" Soy abogado.
"En San Fernando te vio en una ocasion un negro?" ¿¿??
"es que aqui pone que te vio un médico con un nombre raro". Era una mujer, brasileña creo.
"Te van a poner un urbazon, te dolerá". (...)
"Puedo hacerte una consulta como correspondencia profesional?" Claro (...)
"Si compré una casa de soltero a medias con la que luego fue mi mujer y ahora nos separamos, qué pasa con la casa?" AYYYYYYYYYYYYYYYYY!!!!!!!!
A los dos días, las ronchas continuaban y otra vez estaba mal, asi que volví a pedir que me llevaran. Tomaron un coche nuevo y esta vez el botones era ya veterano. Fuimos al ambulatorio, nuevo pinchazo, y... la furgoneta no arrancaba. Matrícula CA-BN. Doce o trece años. Se había ido la batería, pese a que era nueva (desde hacía 3 meses). El botones del arcoiris vino en el coche particular de una recepcionista a recogernos. Nadie me dijo "disculpe" sino que prefirieron pasar por encima de tan desagradable casualidad.
A todo esto, tuve que cancelar un masaje que había concertado en el Spa, por las ronchas. Dado que me llamaron por teléfono para decirme que me iban a cobrar el 100 % del masaje por no haber cancelado con suficiente antelación, tuve que plantarme en la recepción del Spa, preguntar por la responsable y sin mayor argumento, quitarme la camiseta para que observaran cómo las ronchas luchaban por saltar fuera de mi cuerpo. Naturalmente, no se me pasó cargo alguno.
No todo fue malo. Los restaurantes francés y asiático eran geniales, el de la piscina también estaba bien y el desayuno buffet era decente. El hotel era lujoso y el personal encantador y siempre atento. Pedí la cuenta, pagué y a continuación solicité el libro de reclamaciones. Dejé 4 folios anexados "para que se solucionen los errores" y me dijeron que lo sentían mucho y que otra vez fuera a un fin de semana romántico sólo con mi esposa.
Sonreí con educación. Pero juro por lo más sagrado que jamás volveré.
Comentarios
No me puedo creer nada...
Es que hay cada hotel por centroeuropa que da susto!
Te dejaré post de mis vacaciones más tradicionales: invitado a casa de unos buenos amigos del Norte (Portugalete, Vasque Country que dicen) pero que veranean en la playa de Noja (Cantabria, pero llena de vasques) Después de tus crónicas hasta las insalubres playas llenas de gentes y arenas prefiero, je.
Miguel V.
Pero no tolero ni admito el tono empleado hacia Benalup. No sé si será abogado, pero el lenguaje empleado deja mucho que desear (culo del mundo), no sea pedante y hable con propiedad. Las suposiciones de si el hotel está en terreno rústico, investíguelo.
Esto va para Chewacca, aquí no vivimos en la selva, porque no la hay, espero que gente así no convertan a Benalup en una selva de maleducados, pedantes que viven en el centro del mundo.
Criticar al Fair Play porque como clientes teneis todo el derecho, ahora, de Benalup, argumenta los calificativos de selva y culo del mundo.
Un saludo, sr.Abogado
Por otro lado el hecho de ser o no ser abogado no implica el ser o no ser pedante. Seguramente le he parecido pedante pero es que yo soy así, me expreso así, no lo hago por fardar sino que debe ser el bagaje cultural que uno atesora año tras año, las lecturas, en fin... un poco de todo.
Le aseguro que puedo ser capaz de utilizar el lenguaje más barriobajero posible si la situación lo merece.
En todo caso, es Vd bienvenido a pasar por este blog cuando desee y mostrar sus opiniones si le parece bien. Tan solo le pediré una cosa, registrese con un nombre, que esto de hablar con los "anónimos" me da un poco de grima.
Saludos.
jeje
Un saludo
jajajajajaja
En fin, puede que tenga razón yo o puede que la tenga el hotel.
LA INSPECCIÓN DE TURISMO DECIDIRÁ...
Mire,anónimo estilizado, métase a discutir y a expresarse correctamente, de algo que sepa, no de algo por lo que se le paga por defenderlo.
Y si, lo de gordo será porque como esta persona es abogado, segun sus palabras, tendra un buen ascensor y comodidades de una vida normal, que es lo que hay en la vida moderna, no tramos interminables de escalones , pero claro, no todos nos lo podemos permitir,verdad?, asi que nada, si hay alguien que quiera adelgazar, vayamos al Hotel Fair Play de Benalup, bajemos, subamos y volvamos a bajar escaleras, bienvenidos a el progreso y a un descanso de cinco estrellas.
No me parece bien que se critique al pueblo, mi pueblo, por este motivo.Os puedo asegurar que mi pueblo se puede criticar por un montón de cosas...(lo digo en serio...)pero no por tener un hotel de cinco estrellas del que en vez de beneficiarse se ha perjudicado...(trajo consigo el encarecimiento del suelo).
Con respecto a lo del nivel cultural del Anónimo y del personal del hotel...os puedo decir que como mínimo tienen más estudios que algunos concejales...jeje...y no digo más!!!!
Saludos a todos.
Os seguiré de cerca...
Besos de una Filóloga...
Querida filóloga, quedas invitada para volver por estos lares cuando quieras y dar tu opinión sobre lo que desees. Un saludo
Saludos y dejémonos de historias vanales, que la crisis nos aprieta y sobran las 5 estrellas
Y como soy el último comentario, saco conclusiones:
1. La calificación del terreno no es rústico no-urbanizable, sino pelotazo de primera categoría. Debían haberlo dejado como estaba. Pasé toda mi infancia correteando por aquellos campos... en fin, amontunado perdio, como se dice allí.
2. Paisanos, Banalup está en el culo del mundo, creedlo: si te da un infarto, reza para que la vida no se te escape en 50 minutos, que es lo que tarda en llegar la ambulancia a Pto. Real. Por lo demás, en Benalup no hay ambulancia. En medio de transporte público sólo se puede llegar a Cádiz tras casi dos horas de viaje (68 km.) y más de dos lipotimias. Conexión con otros lugares no hay. Ni Vodafone ni Movistar tienen cobertura en todas las partes de nuestro bello pueblo.
2. El abogado es un poco estirado: si pagas varios cientos de euros por un hotel, qué son 20 euros la hora por una niñera que posiblemente gane al menos tanto como te costó el fin de semana?
3. Lo del wifi tiene fácil arreglo. Vete a un hotel de dos estrellas por cuarenta euros la noche: desde uno de esos escribo.
4. Me alegro de que te saliera mal el fin de semana. Si quieres relajarte, vete a la naturaleza a corretear o fúmate algo, en lugar de fomentar el turismo menos sostenible, tanto desde el punto de vista urbanístico como ecológico.
5. No te metas con la recepcionista del hotel, que es amiga mía, y si ella no se fió de ti, por algo sería. Si reservas tu masaje, tienes que pagarlo, pues se te ha reservado un espacio de tiempo exclusivo para ti.
Un saludo
Meten a personas solo 9 meses, en contratos de 3 meses!! ¿por que hace eso?? y ya no te menten mas a trabajar!! solo 9 meses!!
Si tiene a 2 o 3 pa to po es una porqueria pisha jajaja
Ya se podeis poner como querais pero es asin XD