MH, EL SÉPTIMO SAMURAI, RECOMIENDA: "MANOS PELIGROSAS"

Como no sólo de obras maestras y películas megaconocidas vive el hombre (aunque a veces ni con eso, a la vista del escaso éxito del comentario anterior sobre Vértigo), también tengo que darle cabida a películas muy interesantes y más desconocidas para el gran público, como esta Manos peligrosas.

Breve sinopsis: Skip McCoy (Richard Widmark) es un carterista en la cuerda floja al haber sido ya condenado tres veces, puesto que una cuarta condena supone la cadena perpetua, y que en esta situación roba la cartera de una mujer en el metro. Sin embargo, la situación aún se vuelve más peligrosa, puesto que resulta que dicha mujer, Candy (Jean Peters), transportaba unos fotogramas clandestinamente para lo que ella creía espionaje industrial, pero que realmente suponía tráfico de secretos de estado para los comunistas...

En la filmografía notablemente irregular de Samuel Fuller (y en muchas ocasiones mala) destaca para bien esta película, adscrita en principio al cine negro, pero que rebasa esta categoría para inmiscuirse en vericuetos tanto sentimentales como políticos, con la presencia constante de la amenaza comunista. Por eso, a pesar de estar situada temporalmente en la guerra fría, toma de nuevo vigencia ante la actual escalada de la amenaza comunista de Corea del Norte.

Y ante esta amenaza, coloca a los personajes en una dualidad moral, puesto que está el Mal (con mayúsculas, representado por el comunismo) y su “mal” (es decir, el que afecta a los personajes), consistente en la amenaza policial y la posibilidad de acabar en la cárcel de por vida. Cierne sobre los personajes el dilema de decidir cuál es su verdadera lucha.

Desde un punto de vista interpretativo, destaca no sólo la inquietante interpretación de Richard Widmark, siempre estupendo, en este caso como hombre frío al que el calor de una mujer puede arrastrar tanto a la salvación como a la perdición definitiva; también Jean Peters como mujer en proceso de redención; y sobre todo, Thelma Ritter como Moe Williams, una informadora de la policía que solo pretende ganar algún dinero para tener una tumba digna, fantástica como en todas sus apariciones en cualquier película. Una secundaria de las que dan auténtico empaque a una película.

Por último, destacar algunos méritos del director, como el larguísimo plano-secuencia entre Moe y los policías, el momento del asesinato por parte del agente comunista de uno de los personajes (no revelaré cual), o la agresión a Candy por parte de mismo agente (en un plano fijo que dota a la escena de un realismo impactante).

A ver si alguien se anima a verla...

Algunos datos técnicos. Título original: Pickup on South Street. Dirección: Samuel Fuller. Producción: Fox. Productor: Jules Schermer. Guión: Samuel Fuller, según la historia “Blaze of Glory”, de Dwight Taylor. Fotografía: Joseph McDonald. Música: Leigh Harline. Dirección artística: Lyle Wheeler. Intérpretes: Richard Widmark, Jean Peters, Thelma Ritter, Murvyn Vye, Richard Kiley, Willis Bouchey, Milburn Stone, Henry Slate, Jerry O’Sullivan. Duración: 80 min..