Reflexiones
Llega un momento en el que continuamos andando, los pies dolidos y ajados, no por nosotros. No por el coche, ni el prestigio, ni las preferentes de CaixaGalicia. Ni por Hacienda, ni por la TGSS ni por la hipoteca a la cual el banco se niega a quitar la cláusula de suelo al tipo, pese a ser nula según los tribunales. Y tampoco se permanece en pie para ver cómo acaba la prima de riesgo, si llega a los 700 puntos, si dimite alguno de los nuevos o los antiguos. Ni por venganza de los personajes de opereta que te rodean, los morosos, los sinvergüenzas, los enemigos jurados, los envidiosos. Que va, ni siquiera por ver a Pau ganar las olimpiadas a Kobe. Seguimos en pie solo y únicamente por ellos. Por los niños. Nuestros niños...
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