"CRUCE DE CAMINOS"



A poco que indaguemos en el blues, nos vamos a encontrar con una de las figuras más relevantes de la historia de este estilo musical considerado casi de culto. Su nombre es Robert Johnson.
Robert Johnson tuvo una vida complicada, como la de todo negro del sur de EEUU. Desde pequeño tuvo adoración por esa música de negros que sonaba de la mano de sus ídolos Lonnie Johnson y Leroy Carr. Fue aprendiendo el arte de la guitarra de manera que se encontró suelto con ella. O al menos eso pensaba.
En cierta ocasión, se lanzó al escenario junto a un bluesman del lugar, quién le espetó que se marchara y que no cometiera más tal osadía hasta que estuviera preparado. Y dicho y hecho, el joven Robert tomó su petate y desapareció sin dejar rastro de su pueblo natal.
Todos se preguntaban que fue de él hasta que cierto día, apareció para demostrar cómo había prosperado su arte, aprendido en su devenir por las carreteras al lado de maestros como Willie Brown, Charlie Patton o Son House. Pero claro, el pueblo quedó tan sorprendido por la increíble mejoría, que comenzaron a suscitarse todo tipo de teorías. La más extendida consistió en la creencia (basada en su tema Crossroads) de que en su viaje de salida, justo al llegar al primer cruce de caminos, a la media noche, Johnson le había vendido su alma al diablo, a cambio de que le otorgara su posteriormente adquirida habilidad.
Lo cierto es que la vida de Johnson flirteó con el lado oscuro. Fue un alcohólico empedernido, un ser inestable emocionalmente. Irascible y solitario. Y sobre todo un seductor irreprimible, lo cual le llegó a costar la muerte, de manos un un marido encelado que llegó a envenenarlo durante una de sus actuaciones, al mezclarle veneno en la botella de alcohol que bebía, trás enterarse que mantenía relaciones sexuales con su mujer. La gente, claro está, dio por hecho que el diablo había tomado la parte de su trato, y había reclamado lo que le correspondía. El alma del blues.
Hay que recordar que el tema ha sido mil y una vez versionado, desde Muddy Waters o Elmore James, hasta Steve Winwood o Eric Clapton.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Cuantas veces hemos pensado en invocar al diablo en un cruce de caminos para conseguir algo que deseábamos...

La música siempre ha estado ligada a la religiosidad, el satanismo, al misticismo...

Quizás los grandes de la música, ya fallecidos, vendieron su alma al diablo a cambio de su arte.,,
Anónimo ha dicho que…
Claramente, no se puede separar la música de ningún ámbito de la vida, pues forma parte de ella. Pero también claramente, a quien vendieron su alma fue a su inconsciencia, a la vanidad, al mito, a la leyenda, y creyeron que llegarían a ella a través de las drogas, al alcohol... algunos voluntaria y otros imprudentemente...

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