VIAJES, VIAJES Y MÁS VIAJES
Intentaré descansar este fin de semana, aunque dudo que lo consiga. La semana que viene haré más kilómetros que el correcaminos y necesito mentalizarme al máximo. El lunes iré a uno de mis pueblos favoritos del campo de gibraltar, Jimena de la Frontera, donde, por ahora, soy "persona non grata" por cuestiones que no pueden comentarse (secreto profesional). Tiempo estimado del viaje de ida y vuelta, 3 horas, más lo que invierta allí, que será bastante también.
El martes por la mañana temprano cogeré el coche con dirección a Badajoz, concretamente a la bella localidad de Villafranca de los Barros, tierra de mi señora esposa, donde debo estar antes de las 10 de la mañana. Sumen otras cinco horas de viaje.
El jueves me esperan el Puerto de Santa María y San Roque, aunque creo que solo podré ir a uno de los dos sitios porque aún no tengo dominado el tema de la teletransportación. Sé que si me lee un transportista o un taxista dirán que soy un moña y que me quejo de vicio, pero coger tanta carretera no me gusta nada, por el cansancio que acumulo, lo poco que puedo trabajar y lo mal que le sienta a mi ya maltrecha -y faringítica- garganta el aire acondicionado del coche del diablo.
Y en diciembre, el viaje más importante, el que vaya de mi casa al hospital para que nazca mi hijo, de nombre aún incierto...
El martes por la mañana temprano cogeré el coche con dirección a Badajoz, concretamente a la bella localidad de Villafranca de los Barros, tierra de mi señora esposa, donde debo estar antes de las 10 de la mañana. Sumen otras cinco horas de viaje.
El jueves me esperan el Puerto de Santa María y San Roque, aunque creo que solo podré ir a uno de los dos sitios porque aún no tengo dominado el tema de la teletransportación. Sé que si me lee un transportista o un taxista dirán que soy un moña y que me quejo de vicio, pero coger tanta carretera no me gusta nada, por el cansancio que acumulo, lo poco que puedo trabajar y lo mal que le sienta a mi ya maltrecha -y faringítica- garganta el aire acondicionado del coche del diablo.
Y en diciembre, el viaje más importante, el que vaya de mi casa al hospital para que nazca mi hijo, de nombre aún incierto...
Comentarios
No te preocupes Livy, estoy seguro de que el viaje me servirá para escuchar música y pensar "divinum atque humanum"...