PAPEL HIGIÉNICO CERO
Es probable que los términos cajonazo y pelotazo sean antónimos en el carnaval de Cádiz; ahora bien, en el mundo del derecho, el pelotazo se lo han llevado los que han creado la plataforma con la que tortura el ministerio de Justicia a los operadores jurídicos: el Lexnet nos ha dado un cajonazo a todos. Pensábamos que tras la patada en el culo dada a Gallardón, Rafael Catalá ofrecería un período de tranquilidad y nos equivocábamos del todo. Es sabido desde los tiempos en los que la justicia era un cachondeo para Pedro Pacheco que la mejor manera que tiene el ejecutivo de trampear es promover una administración de justicia pobre y lenta. Los ejemplos son de todo tipo y número, el último la prescripción de algunas causas de los casos judiciales en Andalucía. Unos juzgados paupérrimos, sin medios informáticos, con menos jueces y funcionarios de los necesarios, son la causa más clara de que la justicia, si es lenta, no es justicia. Es por eso que la verdadera independencia del poder judicial debe basarse, para empezar, en que se adapte la justicia al ciudadano.
Pero claro, cuando aún no tienen todos los españoles el DNI electrónico con su firma y sus aliños, obligan a todos los intervinientes en la justicia a adaptarse a un programa, el “papel cero”, para que sin pasar por casilla de salida todos los abogados tengan que presentar sus nuevas demandas y ejecuciones por vía telemática. La consecuencia es que después del trabajo que conlleva redactar una demanda, los letrados deben ahora perder su valioso tiempo en escanear los documentos, firmarlos digitalmente, hacer un índice de los mismos, subirlo a la plataforma, rezar para que no dé error y posteriormente enviarlo todo al procurador.
Todo ello aparte del coste en formación que los operadores jurídicos asumimos al margen de la pérdida de tiempo laborable en favor de la administración, claro está.
En resumen, si antes se tardaban cinco minutos en enviar un mail o un fax, ahora el abogado medio tarda una hora en preparar toda esa absurda burocracia que busca, sobre todo, liberar del trabajo de la inserción de datos y el escaneo de documentos a la administración. Para colmo de males muchos secretarios judiciales acaban pidiendo que se le entregue la documentación imprimida y grapada, como siempre.
Lo peor es que la plataforma Lexnet inmediatamente se ha visto saturada y desbordada. Cada semana los operadores jurídicos reciben varias recomendaciones o imposiciones para su intervención profesional, modificando lo anteriormente establecido. Abogados y procuradores están volviéndose locos y ya hay algún juez decano, como el de Granada, que ha solicitado la paralización de esta escatológica reforma que sin duda va a provocar la prescripción de alguna causa referida a políticos que, hasta ahora, venían gastando importantes sumas de dinero en adquirir papel higiénico, por aquello del susto que tenían en lo alto, antes de esta mierda del papel cero.
Esperemos que el Ministerio dé marcha atrás, YA.
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