OSCURA NAVIDAD - La Voz de Cádiz 10-12-2014
OSCURA NAVIDAD
Montiel de Arnáiz
@montieldearnaiz
La Isla a oscuras, los Reyes de Oriente sin pistas iluminadas para el amerizaje de los camellos –Jiuston, tenemos un problema- obligando a los Magos a volar vueltas en círculo alrededor de la pista de atletismo del Estadio Iberoamericano, huérfano de lumínicas, sin encontrarse con la Estrella de Oriente, que ha de mandarles su localización por SMS desde el Callejón Croquer. Las callejuelas permanecen oscuras y hay quienplantea que una navidad sin lucernarias no es tal, como si las bombillas de colorines en forma de renos o papánoelesfueran requisito inexcusable para la apertura de latemporada de invierno. Sí se inauguró, por otro lado, la de caza en el coto isleño: el tiro al gazapo con mirilla telescópica del tamaño de la lente del Observatorio de Marina, buscando la paja en el ojo ajeno.
Se ha hablado mucho de que San Fernando esté sin luces navideñas a diez de diciembre. Debates, para todos los gustos. Mientras los followers de José Loaiza (que acaba de anunciar que se presentará a la reelección como alcalde de la Isla) apenas se han pronunciado (algo leí deque el retraso se produjo por las pruebas del tranvía), los feligreses de Patricia Cavada han puesto el grito en el cielo clamando contra la falta de previsión del gobierno popular que además “mintió” al prometer que el alumbrado navideño estaría funcionando en el puente de la Constitución.
Ahora que lo pienso, el debate no existió porque todos estábamos de acuerdo (in partibus infidelium, nunca mejor dicho). Yo hablé del gasto de bombillas y electricidad, en el dinero ahorrado que podría usarse en los más desfavorecidos, ésos de los que habla el anuncio de la lotería: los que miden el alto y el ancho de cada euro. Otro apeló al comercio y el turismo: un pueblo sin luces tiene negocios que no venden y visitantes que no pasean. Tenía razón. Un tercero apuntó que en otros ayuntamientos son los comerciantes los que pagan el alumbrado, que tanto les beneficia. Pues también. Pero claro, esos negocios de la Isla tan cortitos de jayares, esforzándose cada día, están para pocos homenajes y menos con los centros comerciales a reventar (de luces y visitantes).
Entonces aparecieron los sufridores del “Un, dos, tres” más religioso: los que huyen de la peste blanca en diciembre, los que argumentan que el día de Reyes loinventó el Corte Inglés, los que en Semana Santa sufrenurticaria sin incienso. Ellos son los que piden que rueden cabezas por los pobres niños que han perdido su mágicailusión por culpa de unos políticos insensatos que no cumplen su función con diligencia. Con estos comulgo menos, para qué voy a engañarles.
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