PRESENTACIÓN DE JESÚS MAESO DE LA TORRE
Os dejo copiado aquí un extracto de la presentación que hizo el escritor Jesús Maeso de la Torre de "Bulerías Nazis", el pasado 10 de abril de 2014, en el Centro de Congresos de San Fernando. Fue una bella presentación en la que descubrimos que Jesús podría ser el locutor de uno de esos programas de radio, nocturnos e intimistas. Le estoy muy agradecido por sus palabras, igual que también a Rafael Marín, puesto que han sido dos padrinos inmejorables. Puedo garantizarles que no lo olvidaré. Ahí os dejo a Jesús, que lo disfrutéis.
Bulerías Nazis de ENRIQUE MONTIEL DE ARNÁIZ
Albert Einstein,:"de que más poderosa que la ciencia es la curiosidad, y
que la imaginación y la búsqueda de lo ignorado, poseen un poder de
resurrección, que la ciencia no puede igualar”.
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Cuando abundan en nuestros días los trabajos de laboratorio,
los gestos literarios de fórmula y los relatos mecánicas que se mueven
con frialdad de pulso literario, surgen libros de relatos como Bulerías
Nazis, el compendio perfecto del talento de un escritor que apunta alto.
22 micronovelas donde los personajes se esfuerzan por competir en
protagonismo en la imaginación de Enrique.
E.M.A., comprometido con su tiempo y en un brillante ejercicio
literario, nos habla de las miserias que asolan al ser humano y también
despierta conciencias.
Esta colección de relato que él tacha de disidentes y “provocadores”
yo los denominaría como “pasionales” “insólitos” y “reflexivos”. Asegura
que no pretende iluminar caminos, pero nos previene relato a relato de lo
perversamente que está diseñado el mundo.
Él lo sabe, y lo que desea con sus fábulas es huir a otros universos,
a los jardines del pasado y mezclarlos con un presente absurdo, fundiendo
el humo del cigarrillo de Maleen Dietrich con el aliento de Camarón.
Bulerías Nazis nos arranca emociones, risas a veces, o sentimientos
lastrados en nuestra memoria, porque Enrique en su profundo ejercicio del
más puro surrealismo literario, expresa su pensamiento excluyendo toda
lógica y preocupación moral.
El ser humano, en este tiempo de ceguera cultural, precisa de la
sonoridad de las palabras escritas por otro semejante, de su musicalidad,
de tramas sorprendentes, y de personajes apostados en geografías
inverosímiles y en escenarios fascinantes.
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Enrique, satura este libro de fantasías y de historias asombrosas que
abarcan todas las variedades de la escritura, viniendo a demostrar, que en
definitiva, la literatura está llena de recónditas conexiones que unen todos
los géneros en uno.
Y esto lo consigue Enrique en su obra, porque en sí mismo, el autor
posee un desmedido amor por todo lo que resulta excesivo.
Enrique sobrepasa lo real a través de lo imaginario, recela de los
dogmas, de las ortodoxias oficiales y nos provoca en lo intelectual y en lo
moral.
Leyendo Bulerías nazis nos vemos inducidos a sucesivas crisis
de conciencia, porque Enrique nos conduce por sendas de imaginación
desmedida y reflexión profunda como territorios importantes para escribir.
Desde la primera página anhelamos conocer los entresijos de su
arquitectura literaria, porque Enrique, -y se trata de su ópera prima-, es
un autor capaz de crear un lenguaje donde predominan imágenes de gran
plasticidad e invitarnos a la vez a explorar lo imaginario y conectar con los
resortes emocionales de lo absurdo.
Con sutil elegancia, Enrique cruza las puertas de lo inimaginable”,
implica emocionalmente al lector en un laberinto de escenarios vivos y
personajes atractivos, consiguiendo un libro, cuyos capítulos poseen el aire
de una conversación escrita.
Bulerías Nazis se ha convertido para él en una excelente excusa para
recapacitar sobre la eterna confrontación entre la incultura y el saber, la
superchería y la tolerancia, la sinrazón y el progreso, la locura y la lucidez,
o la tiranía y la libertad; y lo hace a través de personajes colocados en
situaciones admirables como a Rodrigo rey, el inefable alférez Torres, Juan
maza o Yosu Maestro de Tower.
“Bulerías Nazis” es un libro turbador, donde explora lo imaginario y
lo mismo se viaja en un submarino alemán que se conocen los Carnavales
de Cádiz de la mano de una invisible Nereida.
Y también es una obra impaciente, con todos los mimbres del
talento. En “Bulerías Nazis” Enrique trenza un cesto literario impecable,
donde brillan joyas como Las Cinco mentiras, el enigmático Volumen XIII,
-tan “borgiano” y tan inquietante-, los Microterrores o el Mundo no siempre
es redondo.
En ellos se intuye la ética de la vida de Enrique, un ser humano
donde fracasan las ambiciones porque no está dispuesto a que lo accesorio
lo lleve a la desesperación. ¡Admirable filosofía!
Me identifico con los pulsos de su pluma, con su marea de palabras
precisas, con sus nostálgicos asombros y con la incredulidad permanente
que nos transmite. Enrique une lo real con lo irreal, sin que el lector llegue
a percibir la delgada línea roja que los separa.
Y comprende, sobre todas las cosas, que es el factor humano –aquel
del que hablaba Graham Greene - el que debe prevalecer en toda obra
literaria.
La falta de pulso literario suele devorar despiadadamente cualquier
texto, pero Enrique no cae en ese error. Este libro está escrito con el
corazón, -la puerta del alma-, y mantiene el interés desde el primer
instante.
Acomete con sano impudor sus historias, con lenguaje rico, con
evocaciones audaces, sin engaños ni trampas, empresa nada fácil en
un narrador tan joven, donde se advierte reminiscencias de Conrath o
Faulkner, o del surrealismo más puro de Borges o F. Arrabal.
Lean este libro aunque sólo sea por el placer de emocionarse y
entretenerse.
A través de sus descripciones, muchos de nosotros nos sentiremos
identificados con sus inquietantes personajes, siempre envueltos en unas
situaciones límite, y que trascienden a la propia fábula.
Enrique, en “Bulerías Nazis” nos involucra en sus originales intrigas
con virtuosa sutileza, narra las emociones, las pasiones más despreciables,
la culpa, los sentimientos de los derrotados, la violencia, el miedo,
la confusión, la amarga existencia, o los amores irredentos de unos
personajes casi siempre derrotados y pocas veces heroicos.
Enrique nos tenía acostumbrados a observar el mundo en su
columna de La Voz, como un entendido en arte que mira la vida como
si de un cuadro se tratara; y en este libro de ficciones, cuando abundan
en nuestros días los gestos literarios de pura fórmula, surge una mirada
diferente como la suya.
“Bulerías Nazis” se convierte desde el primer instante en una lectura
de ritmo explosivo. Y porque la vida es unas veces trágica, y cómica otras,
está escrito con gran capacidad de clarividencia y no menos ingeniosidad.
Enrique prueba abiertamente en su libro su simpatía por la libertad
de la ficción y por la desenvoltura argumental, y por eso conquista una
tras otra las colinas de la emotividad del lector.
Su fuente de inspiración es la de su mundo inmediato, de un pasado
no resuelto, de sus lecturas, de los genes del entorno familiar y de sus
vivencias, tan simple y a la vez tan complejo.
Es recomendable una lectura cuidadosa de cada uno de los relatos,
porque la clave para comprenderlos, no se encuentra en uno solo de ellos,
sino en su totalidad. Es como si se tratara de un jeroglífico desarticulado
en mil piezas que Enrique encaja sucesivamente hasta completar su
sentido.
Y lo más destacado es que los une con una coherencia admirable y
estética, que emociona y casi siempre estremece.
Jesús Maeso de la Torre
San Fernando, Palacio de Congresos
10-04-2014
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