ASALTO A BARCENA´S HOUSE

Llegó a la puerta. El traje le picaba, sobre todo el molesto alzacuellos, rígido e inmaculado. La oxidada pistola le molestaba en el bolsillo interior de su chaqueta. Tomó aire y pulsó el timbre. Un leve murmullo de pasos aproximándose a la entrada lo puso en guardia.

- ¿Qué desea?, se escuchó desde el otro lado del portón.
- Soy el Padre González, vengo de instituciones penitenciarias.
- Un momento, le abro.

En cuanto la puerta comenzó a dibujar un haz de luz le dio un fuerte empujón y la lanzó de espaldas. Al caer, un chorro de sangre salió de su frente, casualmente al chocar con la mesilla de la recepción.

Una señora pulcra, y bien vestida salió al recibidor y, detrás, asomó la cabeza un joven. Le gritó que qué hacía, que iba a llamar a la policía.

El disfrazado de sacerdote metió su mano en el bolsillo interior de su chaqueta Dustin negra y sacó el arma, encañonando a la mujer, su hijo y la asistenta, que aún estaba tendida en el suelo.

- ¡Me vais a dar ahora mismo el pen-drive del hijo de puta de Bárcenas ahora mismo, el que tiene la contabilidad B del Partido Popular, o de aquí no vais a salir vivos, hijoputas!

Mientras, D.ª Josefa, que vivía pared con pared a la familia Bárcenas, marcó el 112 para denunciar que sus vecinos, una vez más, estaban haciendo demasiado ruido.


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