QUERIDOS MIGUEL Y RAQUEL (La Voz de Cádiz 22-08-2012)
Mientras estáis subiendo al avión con destino a Cuba (La Habana) o La Habana (Cuba) me pliego en un sofá no de sky para escribir mi reflexión semanal, mientras en el Canal Cocina un guiri con sombrero enseña a los que no lo tienen cómo se hace un gazpacho o se cocina un conejo de campo. Escribo a traición, lo reconozco, dado que ya no podéis prohibirme que diga lo que pienso de vosotros dos en público, ahora que no podéis amenazarme con tortura eterna como cuando os propuse hacer un monólogo en el convite de vuestro bodorrio. Cuando volváis a Cádiz (España) o a España (Cádiz) este artículo llevará publicado dos semanas (espero). Lo colgaré en PDF en ese Facebook del que Miguel me bloqueó cuando empecé a criticar sus opiniones a lo Sánchez Gordillo y etiquetaré a todos vuestros familiares y amigos. Y ellos os dirán lo que piensan de vosotros. Ya os advertí que mi venganza sería terrible (Suena de fondo risa malévola no exenta de buenas condiciones de soprano).
Os echo de menos y aún no os habéis ido. Echo de menos tu ética de trabajo, Miguel, tu honradez y tu humildad, tu cara de sueño ante el café y tus fuertes convicciones morales, características ésas que en su día quizá te apartaron de ir en una lista política y te lanzaron a la bella y muy triste profesión de la Abogacía. Te he visto crecer estos últimos años, personal y profesionalmente. Tus clientes y yo sabemos que mereces esta boda y este viaje y sólo espero que no te dé por llevar de paseo en coche por la isla que remeda Cádiz (España) a la familia Castro y os salgáis por un barranco. Sé que no es una coincidencia que te hayas marchado del país justo cuando empiezan las comisiones por el caso de los ERE.
De Raquel se echa de menos su simpatía y su prudencia, su máxima tenacidad en su deseo de seguir ejerciendo su profesión de enfermera allá donde pueda, tras una década de opositar contra los elementos, de deambular por residencias geriátricas, hospitales militares y del SAS, clínicas privadas y consultas médicas. Ella es el típico ejemplo de una Joven Aunque Sobradamente Preparada que sólo necesita una oportunidad. Una persona que un día tendrá esa mijita de suerte que hace falta para romper en la vida y aprobará su oposición, logrará su contrato indefinido y podrá partir tranquila al ocaso de su vida, previa búsqueda de Miguelín Jr.
Son dos amigos que se han casado, rodeados de quienes tanto les quieren, el pasado sábado. Dos jóvenes que no paran de luchar en esta España en crisis, contra las instituciones, contra la injusticia, contra los límites impuestos. Dos corazones de oro que cuando vuelvan de Cuba (La Habana) o de La Habana (Cuba) descubrirán la de gente que les quiere. Aunque sea en el ‘Feisbu’. Y se encontrarán con que el resto de su vida les estaba esperando.
Enrique Montiel de Arnáiz
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