Gallardónibus (La Voz 11-03-12)
GALLARDÓNIBUS
Sabíamos que Alberto Ruiz Gallardón, el Ministro de Justicia, era un tipo cercano, inteligente y con dotes para agradar; la alcaldía de Madrid es, más que una escuela, un máster presencial de 3.000 horas. Gallardón estuvo en la bicentenaria Isla de León, en el magnífico Salón de Celebraciones del San Fernando Centro Plaza, arropando a Antonio Sanz en el acto de apertura de campaña de los populares gaditanos, acompañado por un póker de alcaldes de localidades de la provincia, entre los que estaban García Pelayo, Moresco y Marín. Y José Loaiza, Alcalde de San Fernando y Presidente de la Diputación Provincial.
Éste último fue presentado por Mamen Pedemonte, próxima ya a terminar la carrera de Derecho, según me dijo, quién gracejeó que Loaiza también acudía a actos en San Fernando, contestando con ironía a las acusaciones de la oposición socialista de que está más volcado en “Cádiz” (por Cádiz léase Diputación Provincial) que es un propia tierra. “Levántate Pepe, que no te ven”, parece que le dijeron al Presidente, que se incorporó para saludar y que la gente comprobara que era verdad que estaba allí. Y ya que se había incorporado, tomó la palabra y pidió a Gallardón justicia para con la Isla. Se incorporó, pues, el Alcalde de todos los isleños y no el Presidente de Diputación, e instó al Ministro de Justicia a que preguntase al baranda de la Junta por la triste estampa del más tercermundista Palacio de Justicia de toda la provincia; el castillo en ruinas que ha dejado la Consejería de Justicia de la Junta de Andalucía en la Plaza de San José de San Fernando. Un edificio patético que se cae a cachos, donde nadie trabaja a gusto, y que no se abandonará en 2013 porque algún consumidor de orujo “Hijoputa” ha decidido que no se puede construir el nuevo juzgado en la parcela aceptada años ha.
Y Gallardón, atento a todos los requerimientos del pueblo como ex alcalde que es, y tras haber descubierto el excelso cuerpo de la autóctona especie isleña del “churro del 44”, sacó su lado coñero y dijo que al día siguiente no iba a saber justificar su sueldo a Rajoy porque más que ir a trabajar había estado todo el rato con amigos. Y eso es lo que necesita, no sólo la Isla, sino Cádiz entera: a true friend. Dado que se dotó a las Autonomías de competencias en Justicia, por lo menos que rindan cuentas. No se vió en esta visita al Ministro que lleva pisando charcos desde que lustró con grasa animal la cartera de Justicia, sino al político hábil y concienciado de lo que necesita. No apareció el de la violencia estructural contra la mujer y el aborto de género sino el que ha dicho que Andalucía pronto será la California de los EEUU. Sólo nos falta, pues, convertir el Cádiz en los Lakers. Y que Arenas sea Schwarzenegger. Pero qué inteligente, Gallardónibus. Pero mucho.
Sabíamos que Alberto Ruiz Gallardón, el Ministro de Justicia, era un tipo cercano, inteligente y con dotes para agradar; la alcaldía de Madrid es, más que una escuela, un máster presencial de 3.000 horas. Gallardón estuvo en la bicentenaria Isla de León, en el magnífico Salón de Celebraciones del San Fernando Centro Plaza, arropando a Antonio Sanz en el acto de apertura de campaña de los populares gaditanos, acompañado por un póker de alcaldes de localidades de la provincia, entre los que estaban García Pelayo, Moresco y Marín. Y José Loaiza, Alcalde de San Fernando y Presidente de la Diputación Provincial.
Éste último fue presentado por Mamen Pedemonte, próxima ya a terminar la carrera de Derecho, según me dijo, quién gracejeó que Loaiza también acudía a actos en San Fernando, contestando con ironía a las acusaciones de la oposición socialista de que está más volcado en “Cádiz” (por Cádiz léase Diputación Provincial) que es un propia tierra. “Levántate Pepe, que no te ven”, parece que le dijeron al Presidente, que se incorporó para saludar y que la gente comprobara que era verdad que estaba allí. Y ya que se había incorporado, tomó la palabra y pidió a Gallardón justicia para con la Isla. Se incorporó, pues, el Alcalde de todos los isleños y no el Presidente de Diputación, e instó al Ministro de Justicia a que preguntase al baranda de la Junta por la triste estampa del más tercermundista Palacio de Justicia de toda la provincia; el castillo en ruinas que ha dejado la Consejería de Justicia de la Junta de Andalucía en la Plaza de San José de San Fernando. Un edificio patético que se cae a cachos, donde nadie trabaja a gusto, y que no se abandonará en 2013 porque algún consumidor de orujo “Hijoputa” ha decidido que no se puede construir el nuevo juzgado en la parcela aceptada años ha.
Y Gallardón, atento a todos los requerimientos del pueblo como ex alcalde que es, y tras haber descubierto el excelso cuerpo de la autóctona especie isleña del “churro del 44”, sacó su lado coñero y dijo que al día siguiente no iba a saber justificar su sueldo a Rajoy porque más que ir a trabajar había estado todo el rato con amigos. Y eso es lo que necesita, no sólo la Isla, sino Cádiz entera: a true friend. Dado que se dotó a las Autonomías de competencias en Justicia, por lo menos que rindan cuentas. No se vió en esta visita al Ministro que lleva pisando charcos desde que lustró con grasa animal la cartera de Justicia, sino al político hábil y concienciado de lo que necesita. No apareció el de la violencia estructural contra la mujer y el aborto de género sino el que ha dicho que Andalucía pronto será la California de los EEUU. Sólo nos falta, pues, convertir el Cádiz en los Lakers. Y que Arenas sea Schwarzenegger. Pero qué inteligente, Gallardónibus. Pero mucho.
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