LA II GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (La Voz 14-08-2011)

Cualquier día estallará, todo es cíclico. Si miramos atrás en las aguas movedizas del tiempo, podemos observar, sin mucha dificultad, la cadencia de los hechos que flagelaron la estabilidad sociopolítica en el pasado. Si la revolución francesa tuvo como uno de sus motivos la crisis del precio del pan, miedo me da esta situación actual que ha pasado de la explosión de la burbuja inmobiliaria al hundimiento de los mercados financieros y bursátiles nacionales y la revuelta social que quizás desemboquen en otra guerra civil.

Europa está ya convulsa. Irlanda y Grecia, K.O. Portugal sube sus impuestos. Italia aplica durísimas medidas económicas. En Francia, los agricultores nos vuelven a reventar los tomates y, en UK, la gente toma la calle para robar y agredir. En nuestro país (España), donde la clase política va de juzgado en juzgado y tiro porque me lo he llevado, manda el movimiento 15M, que vulneró la Ley Electoral y realiza desobediencia social; corre la sangre de los vecinos de Lloret de Mar, agredidos por los turistas extranjeros del botellón low-cost y se preparan contra-manifestaciones ante la inminente llegada de Benedicto XVI. «¡Que viene el Papa, que viene el Papa!» gritan las hordas de indignados anticlericales y de anticlericales indignados al unísono, cual personaje de Prokofiev.

Las JMJ 2011 tienen un significado para los que la integran y no hacen mal a nadie, pero interesa que se hable de Rouco Varela, del menú degustación del Papa y de los curas pederastas de Irlanda antes que de la ineficacia e ineptitud de los que ocupan la Moncloa. Es una manera más de disfrazar nuestra ruina; desviar la atención visual: escupir al otro en la cara y apuntarle con focos para ver si hace muecas. Si Benedicto Decimosexto está en España para un weekend de high-cost, los manifestantes aprovechan para dar a conocer que «ellos» no destinan porcentaje de su declaración del IRPF «al Papa» e intentan, amparados por la Delegación del Gobierno de Madrid, que su manifestación coincida «in tempore, in loco» con la de los jóvenes católicos. Y si hay batalla campal, mejor.

Y es que este Gobierno busca el conflicto siempre, en la creencia de que en el río revuelto será siempre el pescador y no el pescado. Así se entiende la convocatoria de elecciones anticipadas -aunque no tan anticipadas como muchos querríamos- el 20N o la autorización de la manifestación anti-JMJ 2011, que se denomina laica en vez de laicista. Por este camino que llevamos podríamos acabar en una II Guerra Civil Española, como le ocurrió a Azaña tras su hostigamiento a la Iglesia y su falta de soluciones económicas. Y lo triste es que Rodríguez Zapatero, oculto en su isla de Elba particular, en Las Marismillas, es un zombie presidencial (de George A. Romero), a expensas de los intereses electorales de Rubalcaba, en vez de trabajar hasta el último día para conseguir la Entropía de la economía y la estabilidad de la nación.