EL GUERNICA DE GARZÓN

El Guernica de Garzón

16.05.10 - 02:14 -

IEl Gobierno de la II República encargó a Pablo Ruiz Picasso la realización de una obra para ser expuesta en el Pabellón Español de la Exposición Universal de París de 1937. En esos meses de mayo y junio el malacitano se embadurnó de luces y sombras y creó el 'Guernica', cuya misión era atraer las simpatías internacionales a la causa republicana, inmersa en plena guerra civil. Este cuadro ha sido definido como uno de los iconos del Siglo XX a nivel mundial y una de sus réplicas fue sacada ayer del despacho del Juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. Es un enmarcado pequeño, sucinto y significativo. Puede verse en las imágenes de la prensa digital cómo uno de los asesores del Magistrado, bien trajeado y con cara de circunstancias, lo transporta al baúl de los ex recuerdos. He recordado la trayectoria del primer juez estrella de la democracia y me ha dado la impresión de que es como aquél maravilloso y pacense personaje de 'El hombre tranquilo' de John Ford -con el gran John Wayne y la bellísima Maureen O´Hara-, que llevaba siempre una pequeña libreta negra en la que apuntaba los nombres de los que consideraba sus enemigos. Empezó Garzón a principios de los 90 luchando contra los narcos gallegos y luego fue utilizado por el encantador de serpientes -alias Felipe González- para ganar las elecciones de 1993 con su gancho de juez guapo, progre y triunfador (JGPT) que luchaba contra el mal. Pero algo ocurrió. Garzón huyó de su puesto político en apenas un año para desencadenar el principio del fin del primer gobierno socialista con la instrucción del caso GAL y la condena a Vera y Barrionuevo. El Tribunal de Estrasburgo calificó al juez como «no imparcial» pero mantuvo la condena. ¡Vendetta! Posteriormente llegó la lucha a muerte contra ETA y su aparato político y periodístico, el procesamiento a Pinochet, los crímenes del franquismo y Gürtel. Anteayer nos decían que Garzón había solicitado el traslado como asesor de la Corte Penal Internacional. Ayer nos enteramos que Obama había pedido a Zapatero que le bajara al Magistrado un 5 % de su sueldo bruto, respetándole los trienios. Hoy nos enteramos de lo que seguramente Garzón ya sabía: que era suspendido de la judicatura por sus compañeros del CGPJ en un acto que ha sido calificado como deslealtad por aquellos que creen en el corporativismo until dead. El jienense ha buscado su lugar en nuestra democracia, su conversión en icono de la Justicia y ha sido quemado en el fuego de ese Guernica que lo inspiraba por sus propios compañeros de profesión, como no podía ser de otro modo si se conoce un poco de la Historia de España. Garzón se subía al coche que lo trasladaba a su casa y mirando a la cámara sonrió como diciendo «volveré». Y a fe que lo hará. Esto no ha hecho sino empezar.

Comentarios

WOOD ha dicho que…
Joer, tio, me ha gustado mucho el planteamiento de este artículo. Te veo centrado. Mientras tanto, a ver si vuelve pronto el magistrado y que comience la siguiente batalla. Abrazo.

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