Decía Antonio Burgos que lo llamaran facha si ello implicaba algo negativo para los que se lo decían. Mi vecino ha puesto una gran bandera rojigualda en la terraza de su balcón y yo no la he arriado porque no tengo. Debemos dejar de vernos sometidos por los complejos y los insultos e insinuaciones. No es malo sentirse de la Isla, de Cádiz, de Andalucía o de España. Sin pasarse, eso sí, sin llegar al chovinismo, pero sí sentir orgullo patrio. No me hablen de federalismos ni de la gente, tampoco de fronteras. Que cada cual sea de donde se sienta, pero que a los que nos sentimos españoles nos respeten, nos dejen en paz.
Y que viva España.
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