VUELVEN LOS REYES MAGOS
La ilusión de los niños alimenta la poca salud de sus padres y el negocio de los comercios jugueteros. Ahora hay solecito aunque luego auguran lluvias. No sé si adelantarán la cabalgata pero ni la lluvia ni la espalda me separarán de mis niños, mirando reyes, llorando o riendo, cogiendo caramelos con paraguas vueltos. Lástima que el Rey Mago que yo quiero que quieran ver mis hijos no esté. Ni calle, ni reinado...
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